EL MOVIMIENTO LIBRE
¿QUÉ ES EL MOVIMIENTO LIBRE?
El movimiento libre consiste en dejar a los bebés moverse libremente, sin interferencias del adulto de ningún tipo, ni colocándole en posturas que no haya conseguido alcanzar por el mismo previamente ni utilizando aparatos que modifiquen su postura natural como hamacas o andadores.
Emmi Pikler (1902-1984) fue una pediatra húngara que a lo largo de sus estudios y su carrera profesional se dedicó a estudiar qué hacían los bebés si se les permitía moverse libremente. Pikler tuvo la oportunidad de dirigir un orfanato y fue allí donde pudo observar a más de 700 bebés, pudiendo comprobar que todos los niños pasaban por las mismas posturas sin que nadie les enseñara a hacerlo.
Por ello, es muy importante ver el desarrollo motor como un proceso madurativo, y no como un aprendizaje que se deba enseñar. Este desarrollo se produce de manera espontánea y natural, por medio de la actividad autónoma de cada niño.
El hecho de que el desarrollo motor sea un proceso madurativo, implica que no podemos enmarcar ciertos hitos posturales dentro de unos parámetros cerrados, ya que cada niño lleva su propio proceso de manera personal y única. Seguramente, la mayoría, no se sentarán a los 6 meses ni comenzarán a andar al año, pero sí que lo harán entre los 9 y los 18 meses.
Desde este punto de vista, deja de ser importante los meses a los que se realiza una cierta postura o desplazamiento, sino todos los movimientos y posturas que se realizan a lo largo de todo el proceso.
Tal como se observa en la fotografía mostrada a continuación, el bebé parte de la postura dorsal (tumbado boca arriba), en una superficie horizontal. En esta postura es en la que menos oposición ejerce la fuerza de la gravedad y la que permite al bebé tener su musculatura más relajada. Los estudios de Emmi Pikler en el Instituto Loczy, demostraron que el bebé, a partir de la posición boca arriba sobre una superficie firme, va a realizar de forma espontánea todos aquellos ejercicios que le harán falta para alcanzar las posiciones siguientes.
Una vez partimos de esta posición boca arriba encontramos esta secuencia de desarrollo y maduración piscomotora. Citando a Emmi Pikler:
- De la posición de tumbado hacia arriba hasta volverse sobre el vientre; vueltas repetidas, rodar.
- Desde reptar hasta el gateo.
- Hacia la posición sentada.
- Hacia la posición de pie.
- Desde ponerse en pie libremente y agacharse hasta la marcha estable.
¿CUÁL ES EL PAPEL DEL ADULTO EN EL MOVIMIENTO LIBRE?
Acompañar a los niños en su movimiento libre, implica un cambio de mirada hacia a la infancia. Confiar plenamente en sus capacidades y garantizar un vínculo de apego seguro y unas necesidades básicas cubiertas, permitirá que el niño se encuentre tranquilo, seguro y confiado para poder explorar el entorno.
El adulto, debe ser el encargado de organizar el espacio y los materiales de forma que favorezcan el movimiento libre y la exploración autónoma de los mismos.
La confianza es la palabra clave que debe tener el adulto en mente en todo el proceso. Confiar en el niño, que de manera autónoma adquirirá todas las posturas y desplazamientos. Con esta confianza evitaremos colocarle en posturas que no ha adquirido por el mismo, interfiriendo en su desarrollo.
¿CUÁLES SON SUS BENEFICIOS?
El movimiento libre aporta a los niños infinidad de beneficios tanto a nivel físico, como cognitivo y emocional.
Los niños a los que se les permite moverse libremente, muestran unos movimientos más armónicos, tienen mayor equilibrio y por lo tanto una postura más relajada, ya que no tienen que estar alerta. Por ello, tienen mucha más soltura para realizar actividades como jugar ya que no tienen que estar pendientes de mantener su postura estable. Como consecuencia, son niños que tienen menos accidentes ya que estos han estado presentes en su desarrollo y han adquirido habilidades para evitarlos.
En cuanto al desarrollo cognitivo, el movimiento es lo que permite que se produzca en esta etapa de su vida. Como señala Piaget se encuentran en la etapa sensoriomotora, lo que implica que su desarrollo cerebral se produce a través de los sentidos y del movimiento. Cuanto más permitamos moverse a nuestros niños, más conexiones neuronales se irán formando.
Por último, el movimiento libre tiene beneficios a nivel emocional, ya que mirar a los niños como seres capaces, influye directamente en su autoestima, su autoconcepto y la confianza en ellos mismos.
Bibliografía
- Pikler, E. (1984) “Moverse en libertad. Desarrollo de la motricidad global.” Madrid. Ed. Narcea.
- Estremera, L. (2018) “Ser niños acompañados.” Madrid.Ed. Universo de letras.